“No hay mal que por bien no venga”, y la denegación de mi queja presentada ante el Consejo de Transparencia.

“No hay mal que por bien no venga” es un refrán que busca emitir un mensaje optimista ante aquellas situaciones que, en principio, no son buenas pero que, a futuro, pueden generar resultados positivos.

Y eso es lo que me ha pasado con la Resolución del Consejo de Transparencia de Navarra cuando han denegado mi queja ante la reiterada negativa del Ayuntamiento de proporcionarme certificaciones, incluso negativas, de las modificaciones del PEPRI que, por un lado, ampararía la exclusión por el Plan general de la parcela de la Fundación Mena de su ámbito, posibilitando la instalación de placas solares en el Centro de 0 a 3 y/o en el futuro Centro de Salud, y, por otro, la requerida por Príncipe de Viana de la modificación de la Unidad UE-02/Cortes de Navarra (huertas del Crucifijo, para entendernos) y a la que condicionaba la validez de su Informe en el expediente del Plan Municipal.

Denegación de la queja basada en que “no se puede dar lo que no existe”, es decir que ¡ninguna de tales modificaciones se ha tramitado!, con lo que se mantiene tanto la ilegalidad de las placas solares instaladas, o a instalar, en el entorno de la Fundación Mena (Centro 0 a 3 y Centro de Salud), como la inexistencia de Informe preceptivo de Príncipe de Viana en la tramitación del Plan General, haciendo por bueno el planteamiento que efectúe, he reiterado (aclaración sentencia) y reiterare (Incidente de error y/o Recurso de Casación), en la ya famosa  Aprobación Definitiva de dicho Plan.

A lo dicho, del desengaño a la desestimación de mi queja ante el Consejo de Transparencia, a mi alegría a ver confirmado mi planteamiento de inexistencia de tales preceptivas modificaciones, y, con ellas, de un defecto insubsanable en el expediente del PGOU, cuya definitiva aprobación (¡esta vez esperemos que definitiva!) se me antoja cada día más difícil. Y por otro lado, de la alegria del Ayuntamiento por ver desestimada mi queja, al «quebradero de cabeza» para ver de como salen de esta, ¡y todo por no haber querido sentarse a hablar conmigo!

Y, por cierto, que hoy mismo vuelvo a solicitar los certificados negativos para poder aportarlos en los procedimientos judiciales oportunos.

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